Verifique si sus acuerdos y alianzas incluyen todo lo imprescindible

La complejidad de los mercados actuales, las dimensiones de las empresas individuales, el enfrentamiento con competidores más grandes y poderosos, el desarrollo de nuevas tecnologías, la globalización de los mercados, hacen que cada día sea más necesario llegar a acuerdos y alianzas con otras empresas.

Todo indica que en el futuro este será el camino más seguro a seguir. Los tiempos del “Llanero solitario” se están acabando. En un futuro muy cercano, ninguna pequeña empresa será capaz de controlar todas las dimensiones y vertientes de sus mercados y sus operaciones. Pero, la realidad nos dice que para que esos acuerdos y alianzas sean realmente efectivos, no basta con un apretón de manos.

 

Un buen acuerdo de alianza debe ser capaz, como mínimo, de dar respuesta a las siguientes 10 cuestiones, aportando suficientes detalles para que, si luego surgen desacuerdos entre los asociados o aliados, no se encuentren ante aspectos susceptibles de ser interpretados de diferentes maneras. Veamos.

1

¿Cuál será el aporte económico de cada uno de los asociados? ¿Serán todos iguales o habrá porcentajes mayores a otros? ¿Qué poder da el hecho de tener un porcentaje mayor?

2

¿Cuál será la división del trabajo entre los asociados? ¿Qué debe hacer cada uno de ellos? ¿Quién deberá dirigir las operaciones que se realicen dentro del acuerdo o alianza, con qué nivel de autoridad? ¿Quién contratará empleados si son necesarios? ¿Será creará un comité de dirección?

3

¿Cómo se determinarán los ingresos y beneficios netos generados por la alianza? ¿De qué forma los asociados podrán retirar esos beneficios? ¿Qué método se utilizará para calcular la forma de distribuir los beneficios? ¿Qué porcentaje de los beneficios deberá ser reinvertido para fortalecer la alianza?

4

¿Cuáles serán y cómo se calculará el valor de los aportes de los asociados? En muchos casos, las alianzas implican aportes que no son de fácil valoración (por ejemplo, listas de clientes, sistemas informáticos, know how especializado, diseño de procesos, etcétera). ¿Qué criterios se utilizarán para darles un valor en dinero?

5

¿Hasta qué punto los asociados podrán tener acceso y utilizar los recursos aportados por los otros asociados? Los principales problemas surgen cuando un asociado plantea la necesidad de modificar algo aportado por otro asociado; por ejemplo, un edificio, un vehículo, un sistema informático, etcétera. ¿Hasta qué punto estará permitido, se necesitará siempre la aprobación del asociado que lo aportó o no?

6

¿Quiénes y cómo gestionarán las cuentas de bancos? ¿Quién y cómo gestionará las compras hechas dentro del acuerdo? ¿Quién y cómo se encargará de las declaraciones de impuestos, tasas y similares?

7

¿Cómo se resolverán los desacuerdos y disputas que surjan dentro del acuerdo o alianza? ¿Se resolverán por mayoría de votos? ¿Existirá un mediador aceptado por todos? ¿Se utilizará un consejo de dirección?

8

¿Qué sucede si uno de los asociados muere o queda incapacitado?

9

¿Qué sucede si uno de los asociados decide abandonar el acuerdo o alianza? ¿Deberán los otros asociados comprar su parte? ¿Cómo se establecerá el valor? ¿Pueden otras personas  que no sean asociadas adquirir la parte del asociado que abandona?

10

¿Cómo se gestionará la liquidación del acuerdo o alianza?

Prever todos estos puntos por anticipado evitará costosas y desagradables disputas que, incluso, pueden terminar en los tribunales. Los 10 anteriores son los aspectos imprescindibles, pero cada acuerdo o alianza, dependiendo de las características de la actividad a que se dedicará, podrán incluir otros asuntos específicos. Finalmente, dado que muchas veces estos acuerdos y alianzas pueden ser muy complejos, es siempre recomendable que la versión final de los acuerdos sea encomendada a un abogado especializado.

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