Solución de conflictos en la empresa

Solución de conflictos en la empresa

La solución de conflictos. Las empresas funcionan porque las personas que trabajan en ella son distintas y, en consecuencia, cada una hace su aporte individual al logro global de los objetivos de la organización.  Por eso, en una empresa siempre se necesitan personas con conocimientos y habilidades diversas.

Pero, debido precisamente a que las personas son diferentes, también existe la posibilidad de que surjan conflictos que no sólo deterioran las buenas relaciones interpersonales, sino que provocan un descenso sensible de los niveles de productividad.  Una situación continuada de conflictos crea una «atmósfera» en el trabajo que llega a ser realmente insoportable y que muy pocos pueden superar con éxito. 

Entonces, una primera pregunta:

La solución de conflictos: ¿Por qué se producen los conflictos en la empresa?

Existen dos razones fundamentales:

  • Primera: Cada individuo tiene sus propias necesidades (especialmente, psicológicas) y es posible que las mismas no encajen perfectamente con las necesidades de sus compañeros de trabajo.
  • Segunda: Cuando personas con diferentes personalidades, carácter, aspiraciones, etcétera, trabajan juntas, siempre existe la posibilidad de que surjan desacuerdos.

La solución de conflictos: Causas de los conflictos en la empresa

Los estudios indican que las causas de conflicto en las empresas se pueden reunir en cuatro grandes grupos:

  • Causa 1: Conflictos de valores personales – Lo que para mí está bien y es correcto, no lo es para otros.
  • Causa 2: Choque de personalidades – Mi forma de ser no encaja con la forma de ser de algunos de mis compañeros.
  • Causa 3: Diferencias sobre aspectos del trabajo – Están relacionadas con la forma como cada uno realiza su trabajo.
  • Causa 4: Conflictos sobre el desempeño – Están relacionadas con los resultados que genera el trabajo de cada uno.

Como podemos ver, los tipos y causas de conflictos son, hasta cierto punto, «normales» y, en teoría, deberían ser fáciles de controlar. El problema se plantea, en realidad, con la forma en que las personas reaccionan ante una situación de conflicto. Cuando afrontan una situación conflictiva, muchas personas tienden a reaccionar, con mayor o menor fuerza, adoptando una de las siguientes actitudes:

 Reacción negativa 1: DEFENSIVA

Las personas se encierran en un “rincón” (real o psicológico) que consideran seguro, se cierran a todo intento de razonamiento y levantan todo tipo de barreras defensivas a su alrededor.

Reacción negativa 2: AGRESIVA

Las personas reaccionan «atacando» y desafiando a la otra persona con la que tienen el conflicto, se niegan a aceptar cualquier argumento que contradiga sus criterios y opiniones (¡no quieren oír nada al respecto!).

Como se comprenderá, ninguna de esas actitudes conduce a la solución del conflicto. Al contrario, lo único que hacen es «endurecer» las posiciones, incrementar las causas del conflicto y convertirlo en un problema crónico.

La solución de conflictos en la empresa: ¿Cómo convertirlos en algo positivo?

Otra pregunta:

Si los conflictos son prácticamente inevitables y pueden generar situaciones realmente destructivas, ¿Cómo convertirlos en algo positivo?

Recuerde que, si se controlan eficazmente, de los conflictos pueden surgir ideas realmente poderosas, novedosas y constructivas. Toda situación de conflicto puede convertirse en un CONFLICTO POSITIVO. Pero ¿cómo hacerlo?

Sea que usted sea parte de él o que pueda ayudar a «encauzarlo» positivamente, ante un conflicto, lo fundamental es encontrar las vías para:

Primer paso: Crear las condiciones que permitan encontrar el justo equilibrio entre las necesidades de las personas enfrentadas.

Segundo paso: Establecer unas condiciones en las que las personas enfrentadas encuentren la manera de gestionar positivamente sus diferencias y «trabajen juntas», en vez de una en contra de la otra.

¿Difícil? Siempre lo es, pero existen algunas recomendaciones prácticas que pueden ayudarle a lograrlo.

  1. Identifique, con precisión, la causa del conflicto: Es mucho más fácil solucionar la situación conflictiva cuando se «reduce» el problema a sus causas básicas.
  2. Incremente la confianza y la apertura mental: Entre los «contendientes», nadie tiene la verdad absoluta sobre nada, siempre existe una forma diferente de hacer las cosas, una opinión diferente no implica que la otra persona sea su «enemiga», etcétera.
  3. Elimine las barreras que puedan existir a una más rápida y creativa generación de ideas: A mayor cantidad de ideas diferentes, menos se «encerrarán» los contendientes en las sus posiciones: amplíe la posible solución del conflicto, no la deje limitada a las dos presentadas por las personas en conflicto.
  4. Cree siempre «salidas honrosas» para los contendientes: Aceptar la idea de otro no quiere decir, necesariamente, que la propia esté equivocada; muchas veces, ideas encontradas tienen muchos aspectos en común.
  5. Reduzca la tensión: Las situaciones conflictivas tienden a auto-alimentarse; cree condiciones que reduzcan la «presión en la caldera»; si es posible, posponga la solución para el día siguiente.

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