En su concepción tradicional, el concepto de cadena de abastecimiento se refería a la gestión coordinada e integrada de las diferentes fases que acompañan las mercancías desde su lugar de origen hasta su destino. En este caso, por lugar de origen se entiende el lugar donde se obtienen las materias primas y materiales similares y por destino la entrega al cliente directo de la empresa, pasando a través de las diversas y eventuales transformaciones intermedias. Sin embargo, en la actualidad, esta concepción restringida se ha ido ampliando tanto en su contenido como en su extensión.
La concepción actual ampliada
En cuanto a su contenido, ya no se trata tan sólo de la gestión del flujo “físico” de mercancías, sino que se debe prever, además, la gestión del conjunto de informaciones, de carácter financiero y de planificación, que deben ser transferidas, en ambas direcciones, conjuntamente con las mercancías físicas.
Por otra parte, la necesidad de controlar y programar eficientemente todos los aspectos clave relacionados con los procesos de producción (cada vez más orientados al mercado desde una óptica de rapidez y eficiencia) ha llevado a la extensión del concepto hasta integrar en un único flujo, por una parte, no sólo a los proveedores directos, sino también a los proveedores de los proveedores y, por la otra, no sólo al cliente directo (intermediario o mayorista), sino también a los consumidores o clientes finales.
Desde esta óptica integral, con la aparición del comercio electrónico, el outsourcing o externalización, la logística de la distribución y los nuevos modelos empresariales:
La estructura y la gestión de la supply chain se ha convertido en uno de los asuntos clave de la gestión, con un impacto determinante en el éxito o fracaso de la gestión del área de marketing.
A este respecto, nótese que en su concepción actual:
- La gestión de la supply chain tiene como propósito maximizar el nivel de servicio al consumidor o cliente final, optimizando, al mismo tiempo, los costes operativos y el capital invertido.
No se trata tan sólo de lograr los más altos niveles de eficiencia económica en la gestión del transporte y los inventarios (como se afirmaba en los textos tradicionales), sino de lograr que dicha gestión, antes que nada, satisfaga las necesidades que plantean los consumidores o clientes finales. Es en ese punto en el que se vinculan, de forma creciente, la gestión de la supply chain y la gestión del marketing. Si no existe una adecuada coordinación y programación entre ambas, toda la empresa sufre.
Importancia estratégica del Supply Chain
Hasta hace pocos años, las empresas que planificaban y programaban las operaciones de la supply chain como una única cadena integrada se consideraban pioneras. Hoy en día su eficaz gestión se ha convertido en una necesidad para todas las empresas. Tal y como señala Heinrich Zetlmayer, de Arthur D. Little, al comentar un estudio cuyos resultados comentaremos más adelante:
- “El concepto fundamental, que se aplica a casi todos los sectores y empresas, desde las más pequeñas hasta las más grandes, es que el proceso de supply chain es un arma estratégica que no sólo asegura la eficiencia de la organización, sino que, además, garantiza sus niveles de venta.”
Con la difusión que están teniendo Internet y el comercio electrónico, especialmente en el marketing de empresa a empresa, surge con mayor fuerza la necesidad para las empresas de programar todo el flujo productivo desde una óptica caracterizada por cuatro vertientes:
- Mayor integración de las informaciones.
- Una mayor simplicidad del proceso.
- Máxima optimización de los tiempos.
- Total atención al consumidor.
“Considerando la potencialidad de las nuevas tecnologías y las características de los nuevos mercados”, añade Zetlmayer, “no es una exageración afirmar que en un futuro no demasiado lejano la competencia más aguerrida se producirá en el terreno de las supply chain individuales.” En otras palabras: tendrá éxito en el mercado la empresa que mejor sepa gestionar su supply chain. La importancia que se asigna hoy en día a la supply chain queda demostrada en el número creciente de empresas que tienen un directivo dedicado exclusivamente a esta función.
Barreras y obstáculos: Los resultados de una investigación
Antes nos referimos a un estudio realizado por la organización de consultoría Arthur D. Little. Para dicho estudio se entrevistaron 245 empresas industriales de toda Europa. Su objetivo era el de identificar las principales barreras y obstáculos que existen a la implantación de una gestión integrada de la supply chain. Los resultados los podemos agrupar en tres grandes áreas:
- Cultura y dirección de la empresa.
- Desconocimiento
- Aspectos operativos.
Veámoslas.
Cultura y dirección de la empresa
En este grupo, la barrera más importante señalada, el 52 por ciento de las empresas entrevistadas lo indicaron así, fue:
Las resistencias al cambio y la negativa, conforme a las ideas sobre la gestión vigentes, a concebir la gestión de la producción como un único proceso integral, una única cadena de flujos informativos y de mercancías, que vincula los primeros proveedores con los consumidores finales.
Otras barreras señaladas en este grupo fueron: incapacidad para adaptarse a la nueva concepción de la suply chain por parte de la estructura organizativa existente; inexistencia de objetivos claros por parte de la alta dirección; la empresa tiene otras prioridades; existe muy poca intercomunicación horizontal entre las áreas operativas; la alta dirección no considera la supply chain como una prioridad.
Desconocimiento
En el grupo que hemos denominado “desconocimiento”, destaca:
La escasa disponibilidad de datos dentro de la propia empresa para poder organizar e implantar eficazmente la nueva concepción de la supply chain.
Otros obstáculos en este grupo fueron: complejidad de la programación integral; falta de conocimiento sobre el funcionamiento de la supply chain; falta de conocimiento de Internet y del comercio electrónico; falta de experiencia con la externalización (outsourcing).
Aspectos operativos
Finalmente, en el área de los aspectos operativos, el problema principal señalado es el excesivo número de cambios organizativos que se han producido recientemente en la empresa (un 39 por ciento de las respuestas). Otros obstáculos operativos son: ineficacia de los sistemas de medición existentes y falta de confianza en clientes y proveedores.
¿Cuál es la situación en su empresa?
Considerando la importancia, cada vez mayor, que adquiere la eficaz gestión de la supply chain, los resultados de la investigación comentada pueden ser utilizados como una guía para identificar las barreras y obstáculos que pudiesen existir en su empresa y, de esa forma, iniciar un proceso de corrección y mejora de sus estructuras y sistemas. En ese proceso recuerde siempre que el objetivo final de la supply chain consiste en potenciar al máximo los niveles de satisfacción de los consumidores, usuarios y clientes finales, al mismo tiempo que se optimiza el uso de los recursos de la empresa.
Deja un comentario