Establecimiento de objetivos en dirección contraria

Descubre el sorprendente método para alcanzar el éxito

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¿Cómo alcanzar un objetivo complejo y abrumador?

Muchas veces nos encontramos en proyectos que parecen insuperables o que contienen muchos elementos que deben ser integrados y coordinados en el tiempo. En estas situaciones, la complejidad puede abrumarnos y dificultar la creación de un camino de acción claro y preciso.

Para evitar este problema, podemos utilizar la estrategia de trabajar en “dirección contraria”, es decir, de atrás hacia adelante, para evitar que el establecimiento del objetivo final se convierta en un maratón con una fuerte tendencia a desviarse de la meta.

En este artículo, vamos a explicar cómo utilizar esta técnica en cuatro pasos sencillos para alcanzar cualquier objetivo, ya sea iniciar un negocio, ampliar una empresa, cambiar el sistema informático, abrir una sucursal en otra ciudad o país, entre otros, evitando así el peor peligro: la inacción.

Paso 1: Comience con un objetivo grande, amplio y distante

El primer paso es elegir un objetivo grande, amplio y distante. Este objetivo puede ser a medio o largo plazo, es decir, la realización de la meta podría ser de dos o más años en el futuro. Sin embargo, para evitar la inacción, lo mejor es comenzar a trabajar con metas a corto plazo.

Por ejemplo, si queremos iniciar un negocio, el objetivo principal sería tener éxito en el mercado y obtener ganancias. Es importante tener en cuenta que el objetivo debe ser específico y medible para poder evaluar el progreso.

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Paso 2: Divida su gran objetivo en metas más pequeñas que sirvan de apoyo a la consecución del mismo

Una vez que tenemos un objetivo principal claro, es hora de dividirlo en metas más pequeñas que sirvan de apoyo a la consecución del mismo. En nuestro ejemplo de iniciar un negocio, pudimos identificar las siguientes cinco metas de apoyo:

  1. Elaborar un plan de negocios.
  2. Determinar las características específicas de los productos y servicios que se prevén vender.
  3. Cerciorarse de que se dispone de los recursos para enfrentar la puesta en marcha.
  4. Elegir la ubicación del nuevo negocio o crear una oficina en casa.
  5. Obtener las licencias y permisos oficiales necesarios para operar.

Cada una de estas cinco metas de apoyo es necesaria para lograr el objetivo principal. A partir de este momento, cada una de esas metas de apoyo debe ser percibida y tratada como un objetivo en sí mismo, a pesar de que es parte de un panorama más amplio y trabajarla también en “dirección contraria”.

Paso 3: Dividir las metas de apoyo en sub-metas más pequeñas

Una vez que tenemos las metas de apoyo definidas, el siguiente paso es subdividirlas en sub-metas más pequeñas. Esto nos ayudará a desglosar cada meta en acciones específicas y concretas que podamos llevar a cabo de manera efectiva.

Por ejemplo, para la meta de «elaborar un plan de negocios«, pudimos desglosarla en las siguientes sub-metas:

  1. Determinar el tipo de plan de negocios que necesita.
  2. Investigue el mercado objetivo.
  3. Determinar qué diferenciará su negocio y lo hará único.
  4. Reunir los datos financieros de su plan de negocio.

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Paso 4: Crear una lista maestra, única, de acciones individuales

La parte final del proceso es la creación de una lista de acciones individuales que le ayudarán a llegar a cada uno de las metas de apoyo que, a su vez, le van a permitir alcanzar su gran objetivo. En este paso, la clave radica en mantener cada acción lo más simple y específica como sea posible. Al final usted dispondrá de una simple lista de tareas que puede completar fácilmente una a la vez, en un corto período de tiempo.

La identificación de acciones individuales es de vital importancia, ya que le ayudará a crear el impulso y la motivación necesarios. Con esa lista, usted dispondrá de una idea muy clara de lo que tiene que hacer y el orden en que debe hacerlo con el fin de ir acercándose progresivamente a su gran objetivo.

Advertencia final

Durante todo el proceso, recuerde que incluso la más pequeña acción es mejor que la inacción, y si trabaja en “dirección contraria”, cada pequeña acción que tomes te acercará más a tu objetivo. Incluso si sientes que estás avanzando en la dirección equivocada, sigue adelante.

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Con el tiempo, esos pequeños pasos te llevarán por el camino correcto. No te desanimes por los contratiempos; simplemente sigue adelante. Es importante recordar que cualquier avance, por pequeño que sea, es un paso hacia tu meta. Mantén tu enfoque en el resultado final y sigue avanzando, incluso cuando las cosas se pongan difíciles.

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