GESTION DE LA ADVERSIDAD
En la actualidad, estamos expuestos a situaciones inciertas y de constantes cambio, por ellos es fundamental centrar nuestros esfuerzos en todo aquello que depende de nosotros y afrontar de la mejor manera todo lo que esté por llegar. Es clave que seamos capaces de aceptar que habrá cosas sobre las que no podremos hacer nada, pero está en nuestra mano con qué perspectiva y actitud vamos a vivirlas.
Debemos comprender que es necesario convivir con la adversidad, dejar de pensar en el destino y centrarnos en cada momento del presente.
Cómo gestionar la adversidad en pequeños pasos:
- Relativizar las cosas es fundamental. A veces las cosas no son tan importantes como parecen: frena, reflexiona y fluye.
- Afronta los problemas con la mejor predisposición
- Recuerda la frase más vale prevenir que curar. ¡Intenta estar preparado!
- La vida nos reparte cartas, pero somos nosotros los que elegimos cómo las jugamos.
- Divide los problemas grandes en pequeños retos
- Ante un desafío tenemos dos alternativas: venirnos abajo o levantar la cabeza bien alta y seguir caminando.
En un pequeño poblado aquejado por una terrible crisis uno de sus habitantes conversaba con un viejo lugareño sobre la actual situación. Quejándose amargamente de su existencia y de las dificultades para salir adelante.
El anciano se acarició con tranquilidad su blanca barba al tiempo que colocaba tres pequeñas ollas en el hogar. Cuando el agua de los tres recipientes hervía echó varias zanahorias en la primera de ellas, unos huevos en la segunda y depositó unos granos de café en la última.
Tras un tiempo razonable sacó los distintos productos de cada recipiente y los colocó en tres platos, ante la mirada sorprendida del joven.
A continuación le pidió que tocara las zanahorias y comprobó que estaban blandas por la cocción. Después que realizara la misma operación con los huevos para constatar que al presionar y quebrar la cáscara estaban duros. Por último, el joven, vertió un poco de café en una taza y mientras olía su dulce aroma lo probó despacio.
– ¿Qué conclusión sacas de todo esto? – le preguntó el anciano.
El joven lo miró sin saber que responder, pensando que el anciano estaba ya senil a causa de su avanzada edad.
A continuación, mientras se volvía a acariciar la barba le explicó que todos los productos que había visto se habían enfrentado a las mismas condiciones adversas del agua hirviendo. Pero en todos los casos la reacción había sido distinta.
La zanahoria antes de meterse en el agua era fuerte y dura pero tras el baño caliente se había convertido en un material débil y fácil de deshacer. Por el contrario el huevo era frágil y delicado pero tras pasar por el agua hirviendo se había hecho más fuerte.
Los granos de café, eran mucho más interesantes, después de pasar por el agua en ebullición, la habían cambiado convirtiendo el líquido incoloro e insípido en un aromático y reconfortante brebaje.
(Relato adaptado de una historia que escuché hace un tiempo y de la que desconozco el autor.)
¿Cómo gestionas la adversidad?
Es curioso como las personas reaccionan de distintas formas ante situaciones idénticas:
- En unos casos se ablandan y desilusionan perdiendo las ganas de luchar, cayendo en el desánimo y la inoperancia.
- En otros se endurecen y continúan, la experiencia los hace más fuertes. Sin embargo han perdido la fluidez de antaño.
- Pero afortunadamente hay personas que son capaces de transformar lo que les rodea generando ilusión y optimismo. Convirtiendo los problemas en oportunidades para asumir el liderazgo y la responsabilidad de aunar voluntades para salir hacia adelante.