Para Luis Bassat, considerado el mejor publicista español del siglo XX, la publicidad es “el arte de convencer a los consumidores”. La publicidad es el medio que une el consumidor con el producto o servicio de una empresa. Para el publicita Bassat, la publicidad no es un recorrido ya establecido que debemos seguir, sino que cada organización o empresa debe diseñarlo y planificarlo de un modo determinado.
¿Qué es la publicidad? Para qué sirve, ventajas y cómo puede ayudar a tu empresa
La publicidad es un proceso de comunicación en el que utilizando distintos soportes pretendemos dar a conocer un producto o idea, con el objetivo de incitar su compra o aceptación.
Con frecuencia suele decirse que el fin básico de la publicidad es vender algo de forma inmediata o a medio plazo. Esto es en cierto modo verdad, pero también es cierto que la publicidad por sí misma rara vez es capaz de crear ventas. Por ello, resulta más exacto indicar que el fin de la publicidad es lograr que los compradores potenciales respondan favorablemente a la oferta de la empresa.
¿Para qué sirve la publicidad?
La publicidad consiste en la divulgación de un producto o servicio, con el objetivo de estimular los clientes y que éstos se decanten por su compra. Es la herramienta que utilizan las empresas y organizaciones para dar a conocer sus productos o servicios. A través de ella las empresas intentan transmitir una imagen de marca determinada y consolidar su posición en el mercado.
Objetivos de la publicidad
Establecer los objetivos de la campaña es fundamental para la elección de los diferentes medios. ¿Qué objetivos se pretenden alcanzar con la publicidad?
- Informar sobre nuestros productos.
- Persuadir a los consumidores sobre su compra para aumentar las ventas, crear fidelidad…
- Hay que recordar que el producto está a la venta, donde se puede comprar…
- Dar a conocer un producto o marca.
- Aumentar la notoriedad de una marca.
- Facilitar el conocimiento de ciertas características del producto.
- Crear o mejorar la imagen de la empresa.
- Favorecer las acciones personales de los vendedores.
- Contrarrestar las acciones de la competencia.
- Facilitar la introducción de nuevos productos en el mercado.
Las etapas del proceso de desarrollo de una campaña publicitaria
Es fundamental seguir una serie de pautas con objeto de dotar de coherencia los mensajes que deseamos transmitir y que nuestra inversión en comunicación sea eficiente.
Definir lo que se va a decir :
La determinación del contenido de un mensaje y de una campaña publicitaria implica el conocimiento y la definición previa de los objetivos que se pretendan alcanzar. Para ello, es siempre conveniente realizar una reflexión previa que nos permita conocer ciertos aspectos relacionados con la propia campaña a realizar, como pueden ser las actitudes de los consumidores hacia el comercio, sus productos, sus motivaciones, etc. Todo ello permitirá definir el eje alrededor del cual girará la misma y las etapas sucesivas.
Normalmente las campañas publicitarias pueden clasificarse en base a diferentes criterios según el mensaje que se vaya a decir.
—Campaña para la promoción de productos.
Es la que se realiza para estimular la demanda. Los objetivos que buscan alcanzar estas campañas son los siguientes:
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- Dar a conocer nuevos productos.
- Contrarrestar las campañas de la competencia.
- Informar sobre nuevas condiciones comerciales.
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— Campaña para la promoción de la organización
Es aquella campaña que tiene como eje fundamental la promoción de una organización en su conjunto. Los argumentos de esta campaña suelen girar sobre aspectos tales como la integridad, el liderazgo, la garantía que ofrece, etc. Con ello, buscamos alcanzar los siguientes objetivos:
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- Creación de una imagen.
- Elevar el prestigio de la empresa.
- Asociar el nombre de la organización al bienestar público.
- Resaltar las facilidades ofrecidas.
- Resaltar la seguridad ofrecida.
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Determinar la población-objetivo:
En esta segunda etapa se pretende definir de alguna manera la población que debe recibir la comunicación. Para ello, es necesario determinar ciertos aspectos de esta población como son su dimensión y características.
Esta población-objetivo suele denominarse también «población-útil» para distinguirla de aquella población que puede recibir los mensajes publicitarios pero que no constituyen el objetivo de la comunicación.
Elegir los medios de comunicación.
En esta tercera etapa hay que examinar los diferentes medios, tanto offline como online, los posibles soportes y el reparto que vamos a llevar a cabo para hacer llegar la comunicación a la población objetivo, eligiendo aquél o aquellos que puedan ser más eficaces.
Definir el mensaje a transmitir
La comunicación y realización de los mensajes a transmitir debe estar de acuerdo con el objetivo general de la campaña definido en la primera etapa, y en consonancia con las características específicas de la población-objetivo a los que van destinados. Estos mensajes deben adecuarse a los diferentes medios y soportes designados.
Determinación de la cadencia y frecuencia de la comunicación
En esta última etapa se trata de determinar cuándo hay que efectuar la comunicación de los mensajes y la frecuencia de los mismos.
Para conseguir una máxima eficacia y eficiencia en el desarrollo de la actividad publicitaria es conveniente realizar estas etapas y especialmente las tres últimas en colaboración con una agencia de publicidad.