La comunicación verbal

La comunicación verbal es el proceso de intercambio de información que se expresa de forma auditiva mediante el uso de la palabra y el lenguaje. Es uno de los medios más directos y eficientes para compartir ideas, pensamientos y sentimientos entre las personas. La comunicación verbal puede ocurrir de manera cara a cara, a través de llamadas telefónicas, videoconferencias, radio, televisión…

Estilos de comunicación verbal

Existen diversos estilos de comunicación verbal que son formas distintas en las que las personas expresan sus pensamientos, sentimientos y necesidades a través de las palabras. Estos estilos pueden variar significativamente entre individuos y están influenciados por factores como la personalidad, la cultura, el entorno y la situación específica. Identificar y comprender estos estilos puede mejorar la eficacia de la comunicación y facilitar la interacción social. Aquí se describen algunos de los estilos de comunicación verbal más comunes:

• Asertivo: La comunicación asertiva se caracteriza por la expresión clara y directa de los propios pensamientos, sentimientos y necesidades, respetando los derechos y sentimientos de los demás. Quienes adoptan este estilo suelen ser honestos, respetuosos y directos, y saben poner límites de manera efectiva. Es el estilo que debemos utilizar siempre y más adelante profundizaremos en él.
• Pasivo: Los comunicadores pasivos suelen tener dificultades para expresar sus pensamientos y sentimientos de manera directa. Pueden priorizar las necesidades de los demás sobre las suyas propias para evitar conflictos, lo que a menudo conduce a la supresión de sus propias necesidades y deseos.
• Agresivo: En contraste con el estilo pasivo, la comunicación agresiva implica expresar los propios pensamientos, sentimientos y necesidades de manera que puede parecer dominante, confrontativa o incluso hostil. Este comportamiento a menudo no respeta los derechos y sentimientos de los demás y puede dañar las relaciones interpersonales. Se trata de un estilo impositivo que demanda un cambio inmediato en la conducta del receptor usando intimidación, sarcasmo o violencia.
• Pasivo-agresivo: Este estilo es una mezcla de los estilos pasivo y agresivo. Los comunicadores pasivo-agresivos pueden no expresar directamente su descontento o frustración, pero lo demuestran a través de acciones indirectas, sarcasmo o comportamientos que sugieren resentimiento. Este estilo puede ser confuso y dañino para las relaciones porque la verdadera intención detrás de las palabras o acciones no siempre es clara.
• Manipulativo: La comunicación manipulativa se caracteriza por intentar influir o controlar a los demás a través de medios indirectos o engañosos. Quienes practican este estilo a menudo ocultan sus verdaderas intenciones y pueden utilizar la información personal, la culpa u otras tretas para obtener lo que desean de los demás.

La comunicación verbal asertiva

La comunicación verbal asertiva es generalmente considerada como el enfoque más saludable y efectivo, ya que fomenta el respeto mutuo y facilita una comunicación clara y directa. Desarrollar habilidades de comunicación asertiva puede ayudar a las personas a expresar sus pensamientos y necesidades de manera efectiva, mejorar las relaciones y manejar conflictos de manera constructiva.

Cómo hemos visto la asertividad es una habilidad de comunicación y un estilo de comportamiento que permite a las personas expresar sus pensamientos, sentimientos, creencias y necesidades de manera directa, abierta y honesta, al mismo tiempo que respetan los derechos y sentimientos de los demás. Ser asertivo implica ser capaz de defender los propios derechos de forma tranquila y positiva, sin agresividad ni pasividad.

La asertividad es fundamental para una comunicación eficaz y para establecer relaciones interpersonales saludables. Desarrollarla es un proceso que puede requerir tiempo y práctica, especialmente para aquellos acostumbrados a un estilo de comunicación pasivo o agresivo. Sin embargo, convertirse en una persona más asertiva puede mejorar significativamente la calidad de las relaciones personales y profesionales, aumentar la autoestima y reducir el estrés.